La Vía Láctea y Andrómeda, establecen su primer o j6m22

Un telescopio espacial de la NASA ha sido capaz de observar este insólito acercamiento. q4x70

Según los expertos, el proceso terminaría con la creación de una galaxia descomunal, aunque este hallazgo también muestra que llegará algo más tarde de lo previsto.

Concretamente, 600 millones de años después.

Una nueva investigación con el telescopio espacial Hubble indica que los halos de las galaxias ya se tocan y su colisión se producirá dentro de unos 4500 millones de años.

Por Cristina Crespo Garay

Una nueva investigación del telescopio espacial Hubble ha descubierto que el halo de nuestra galaxia, la gran envoltura de gas que rodea a la Vía Láctea, ha comenzado a colisionar con el de Andrómeda, la vecina galáctica más cercana.

Ya se sabía que esta colisión se iba a producir. Físicos de renombre predijeron este cataclismo y los astrónomos saben que, cuando se asiente el polvo espacial, ninguna galaxia será la misma: casi 1000 millones de años después del primer o, ambas se unirán para formar una galaxia elíptica mucho más grande.

Su colisión se producirá de forma irremediable dentro de unos 4500 millones de años, según los datos del equipo de científicos de la NASA que estudia esta colisión. Nuevos hallazgos de la Agencia Espacial Europea, indican que la colisión será lateral y se producirá 600 millones de años más tarde de lo previsto.

Tras cartografiar la envoltura de gas que rodea Andrómeda, los científicos han averiguado que se extiende 1,3 millones de años luz más allá de la galaxia, e incluso hasta 2 millones de años luz en algunas direcciones.

Liderado por el físico Nicolas Lehner, de la Universidad de Notre Dame, el equipo utilizó imágenes del Hubble para crear un mapa completo del halo de la galaxia de Andrómeda.

"Comprender los enormes halos de gas que rodean a las galaxias es inmensamente importante",

"Este depósito de gas contiene combustible para la futura formación de estrellas dentro de la galaxia, así como salidas de eventos como las supernovas.

Está lleno de pistas sobre la evolución pasada y futura de la galaxia, y finalmente podemos estudiarlo con gran detalle en nuestro vecino galáctico más cercano", añade.

Andrómeda está a 2,5 millones de años luz de la Vía Láctea, una distancia corta en una escala astronómica, lo suficientemente cercana como para que fuera visible desde la Tierra como una mancha de luz, aunque su halo es invisible a simple vista.

Cuásares, los enormes núcleos de agujeros negros

Con el objetivo de mapear el halo, los científicos identificaron desde el Hubble 43 cuásares, es decir, enormes núcleos de agujeros negros que emiten luz y energía. Al encontrarse detrás de Andrómeda según la perspectiva del telescopio, el equipo pudo rastreare la luz de los cuásares a medida que pasaba a través del halo de Andrómeda, observando entre otras cosas cómo esa luz era absorbida por los gases.

El equipo de Lehner utilizó la luz ultravioleta de los quásares como la manera más precisa de estudiar este halo gaseoso.

Sin embargo, debido a que la luz ultravioleta es absorbida por la atmósfera de la Tierra, solo se puede observar desde más allá de ella.

En el centro de nuestra galaxia hay un agujero negro supermasivo.

Descubre qué tipos de agujeros negros existen, cómo se forman y cómo se descubren estos objetos extraordinarios en el universo.

Este método, conocido como el proyecto AMIGA por sus siglas en inglés, ha permitido también descubrir las capas que componen este halo. "

Descubrimos que la capa interior que se extiende hasta aproximadamente medio millón de años luz es mucho más compleja y dinámica", explica Lehner en un comunicado de la Universidad de Notre Dame.

"La capa exterior es más suave y caliente. Esta diferencia es un resultado probable del impacto de la actividad de supernova en el disco de la galaxia que afecta más directamente al halo interno", afirma.

Este nuevo programa aporta mucha más información a la que se conoció con anterioridad. Hasta ahora, "había muy poca información de tan solo seis cuásares a 1 millón de años luz de la galaxia",

Debido a la ubicación de nuestro planeta dentro de la Vía Láctea, los científicos no pueden determinar la extensión del halo de nuestra propia galaxia, aunque suponen una gran similitud con la de Andrómeda, la única galaxia del universo donde se puede realizar este experimento con el Hubble.

"Es un experimento único", afirma Lehner, que califica el proyecto de innovador e imprescindible "para capturar la complejidad de un halo de galaxia más allá de nuestra propia Vía Láctea".

Andrómeda es una galaxia espiral gigante, y cada vez está más cerca de la Vía Láctea , donde se ubica nuestro planeta.

Aunque no hay nada de qué preocuparse: hace mucho que los científicos saben esto y se calcula que la distancia entre la Tierra y dicha espiral es de unos 2,5 millones de años luz. Además, el telescopio espacial Hubble, de la NASA, acaba de aportar un nuevo dato para la tranquilidad : ambas galaxias colisionarán 600 millones de años más tarde de lo previsto.

Mar Gómez recoge en un hilo de Twitter las claves de este último descubrimiento de la agencia espacial.

El dato más relevante es la primera toma de o entre la Vía Láctea y su vecina más próxima. ¿Cuál sería el resultado de dicha fusión?

Es simple ya la vez complejo: "Termina formando una galaxia mucho mayor", escribe Gómez.

Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaría este proceso, basta con mirar los diámetros de una y otra galaxia .

La Vía Láctea tiene un tamaño visible de unos 100.000 o 120.000 años de luz —aunque podría ser más grande teniendo en cuenta su materia oscura, indica la experta—.

Ahora bien, estas medidas, que 'a priori' pueden ser mayúsculas, quedan en nada si las comparamos con el tamaño de Andrómeda: "Es mucho mayor",

Los halos descubiertos, fuente de información sobre la vida de las estrellas

A través del Hubble los científicos han podido sospechar que, efectivamente, ambas galaxias ya se están tocando .

La clave está en los halos, regiones del espacio que rodean las galaxias espirales (como la nuestra). "Este halo, que proporciona material para la formación de estrellas, puede revelar información sobre el nacimiento y muerte de estrellas dentro de la galaxia de Andrómeda".

Uno de los puntos más relevantes de este último estudio es la capacidad de determinar por primera vez el halo de Andrómeda —hasta el momento, desconocido—.

Según Gómez, esta región del espacio se extiende hasta los 1,3 millones si partimos de la galaxia y hasta dos millones si miramos a otras direcciones. Esto significa que, sin duda, ya deben estar colisionando.

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Antonio Daza 4z2q1j


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